El fumador argentino en cuarentena

El 47% duerme peor y el 79% también consume alcohol
La mayoría sabe que el tabaquismo es un factor de riesgo frente a la COVID-19 y les preocupa mucho. El 71% quiere dejar de fumar, pero más de la mitad dice que le resulta imposible hacerlo en plena cuarentena. En el Día Mundial Sin Tabaco, los especialistas proponen a la telemedicina como alternativa para dejar de fumar en los tiempos que corren
¿Empezó a fumar o retomó durante la cuarentena? ¿Aumentó su consumo de alcohol? ¿Tiene más apetito? ¿Modificó su sueño? ¿En época de COVID-19 le preocupa ser o haber sido tabaquista? ¿Tiene ganas de dejar de fumar? Estas y otras preguntas fueron respondidas entre fines de abril y principios de mayo, en forma anónima y online, por 1.745 adultos de 18 a 90 años, de todo el país. Los resultados de la encuesta realizada por la Asociación Argentina de Tabacología (AsAT) brindan un cúmulo de porcentajes imprescindibles para revelar una “foto instantánea” de la conducta y la percepción de los fumadores y ex fumadores argentinos en el aislamiento social obligatorio que ya lleva más de dos meses.
El 20% de los fumadores admite que fuma más; el 57% modificó sus hábitos alimentarios -de este total, el 48% come más y el 32% lo hace en forma desordenada-; el 47% duerme peor y el 79% también consume alcohol. Saben que el tabaquismo es un factor de riesgo frente a la COVID-19 y a más del 70% les preocupa en gran medida. También son muchos los fumadores que quieren dejar de fumar (71%) pero, a la hora de llevar ese deseo a la práctica, el 59% afirma que le resulta imposible hacerlo en las circunstancias de aislamiento y pandemia.
Es importante destacar que las probabilidades de éxito aumentan con ayuda de profesionales formados en cesación tabáquica.
La reflexión que permiten estos números ocurre en una jornada especial: hoy es el Día Mundial Sin Tabaco, una fecha promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concientizar sobre los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco ajeno. En nuestro país, las cifras vinculadas al consumo y los riesgos del tabaco aún siguen siendo alarmantes: hay 9 millones de fumadores y cada año mueren 44.000 personas como consecuencia de esta adicción.
Tabaco, alimentación, sueño y alcohol
La investigación de la AsAT, liderada por el especialista en ciencia de datos y socio en Neuronal, Gabriel Barasch, profundiza sobre los hábitos de consumo de los fumadores y ex fumadores durante el aislamiento. En cuanto al consumo de tabaco, durante la cuarentena, el 20% de los tabaquistas declaró haber fumado más.
Ante la pregunta si tuvo más ganas de fumar, los fumadores quedaron en el primer lugar: el 17% de los ex fumadores dijo que sí, mientras que en los fumadores esas ganas las sintió el 50%, de los cuales el 40% dijo que cedió al impulso. Entre los ex fumadores, más del 90% de quienes dejaron de fumar hace más de un año no sintieron más ganas de fumar durante la cuarentena, mientras que la cifra cae a menos del 65% en períodos menores a un año.
Encierro, más ansiedad y estrés
La encuesta brinda también datos de cómo el aislamiento afectó las condiciones laborales y económicas de los fumadores y ex fumadores: el 15% no tenía empleo y las nuevas medidas dificultaron aún más su situación, el 6% perdió su trabajo y el resto sigue con teletrabajo (45%), desarrolla una actividad esencial (22%) o mantiene su empleo sin asistir (12%). Al 19% la cuarentena le afectó gravemente sus ingresos, al 51% en forma moderada y leve y el 30% no sufrió cambios.
“En situación de encierro aumentan el estrés, la ansiedad, la conflictividad familiar, los problemas económicos, son todas situaciones que suelen ser motivaciones para seguir fumando, también para comer más y tomar alcohol”, analizó en diálogo con Infobae, Carlos Damin, médico especialista en Toxicología, jefe de Toxicología del Hospital Fernández, profesor de Toxicología de la UBA y director de FundarTox, Fundación Niños sin Tóxicos.