16 de abril de 2024

Claves para detectar la artritis en forma temprana

Muchos pacientes, hoy bajo esta situación de cuarentena, están consultando por síntomas de esta enfermedad, lo que evidencia también un reflejo del estar encerrados en sus casas por demasiado tiempo
No estamos transitando una época normal de atención de la salud, en la cual cuando una persona se siente mal o tiene algún problema, no duda en consultar enseguida al médico.

La pandemia por la aparición del nuevo coronavirus que origina la enfermedad COVID-19 y las recomendaciones de los gobiernos de quedarse en casa, sumado al aislamiento social preventivo y obligatorio que rige en Argentina desde el 20 de marzo último, ha generado una disminución considerable de las consultas médicas y la preocupación de distintos especialistas que dejaron de ser requeridos en forma permanente.

Muchos pacientes, hoy bajo esta situación de cuarentena, están consultando vía online o en forma presencial por síntomas de artritis, lo que evidencia también un reflejo del estar encerrados en sus casas por demasiado tiempo.

La artritis reumatoidea (AR) es una enfermedad autoinmune inflamatoria crónica que afecta aproximadamente al 1 % de la población mundial. Puede aparecer a cualquier edad, con un pico de incidencia alrededor de los 50 años. Se caracteriza por el dolor y la inflamación de las articulaciones, y puede llevar al paciente a un rápido deterioro de su capacidad funcional, discapacidad laboral y disminución de la calidad de vida,

existiría un corto período de tiempo donde el tratamiento precoz e intensivo de la enfermedad podría modificar su curso natural. Hoy hay dos conceptos a tener en cuenta:

La aparición de la inflamación articular, no es el comienzo, sino la culminación del proceso inflamatorio y es ahí donde debemos focalizarnos, detectando tempranamente a quienes tengan riesgo aumentado de desarrollar la enfermedad (prevención primaria).

Existen factores genéticos y del medio ambiente que están involucrados, siendo el tabaquismo, la enfermedad periodontal y ciertos desordenes de la flora intestinal como potenciales disparadores de la enfermedad, también el antecedente familiar también se considera un factor de riesgo.

En los últimos años los estudios por imágenes fueron de gran ayuda para detectar pacientes con riesgo aumentado, siendo la ecografía articular uno de los más utilizados por el reumatólogo en la práctica diaria debido a que es más sensible que la clínica para detectar inflamación articular, permite realizar diagnósticos diferenciales y es un predictor de brote inflamatorio. Por eso, es importante reforzar el concepto de ventana de oportunidad ya que el uso de las terapias más potentes actualmente disponibles será más efectivo cuanto menor sea la duración de la artritis lo que eventualmente conducirá a una menor probabilidad de incapacidad.

fuente: Andrea Buschiazzo es médica especialista en reumatología y enfermedades autoinmunes (MN 79962) y especialista en farmacología clínica.