Atentos: Ocho síntomas de las cataratas
Afecta a 4 de cada 10 mayores de 60 años y es la principal causa de ceguera tratable en el mundo.
Visión borrosa: el cristalino está formado, en su mayoría, por agua y proteínas. Cuando ciertas proteínas se acumulan, lo oscurecen y disminuye la luz que llega a la retina. Esta opacidad puede ser tan severa que genere visión borrosa. Las cataratas tienden a progresar lentamente, razón por la cual, la visión se deteriora gradualmente.
Cambios en visión de colores: cuando el cristalino se torna amarillento o marrón, este cambio gradual en la cantidad de tinte puede ocasionar dificultad para identificar los tonos azulados o morados.
Alteración de la sensibilidad al contraste: es la posibilidad del ojo para distinguir entre grados sutiles de contraste. La opacidad del cristalino reduce esta capacidad.
Cambios refractivos: es frecuente encontrar una «miopización» como producto de la dureza y mayor tamaño del cristalino, y cambios en el índice de refracción. Se produce una segunda visión, en donde los pacientes pueden ver mejor de cerca, pero solo en un principio.
Astigmatismo variable: ocurre como consecuencia de cambios en el índice de refracción del cristalino de manera heterogénea, pudiendo, en algunos casos, provocar visión doble.
Halos: proviene del griego y se define como «círculo de luz difusa en torno de un cuerpo luminoso», normalmente, se presenta como respuesta a luces brillantes, aunque pueden aparecer en condiciones patológicas como en pacientes con cataratas. Es muy frecuente con luces nocturnas.
Encandilamiento: provoca dolor, incomodidad y molestias con la luz. La opacidad del cristalino causa que más luz se disperse dentro del ojo. Este síntoma puede ser incapacitante. Es frecuente en personas que manejan de noche.
Alteraciones del sueño: estudios realizados en la Facultad de Medicina de Harvard demostraron que pacientes con cataratas presentaban alteraciones del ritmo circadiano y alteraciones en el rendimiento cognitivo. Los cambios en el sueño fueron producidos por las variaciones en el nivel de melatonina.
Fuente: médico oftalmólogo Germán Bianchi para Clarin