5 de enero de 2025

Caminatas: los beneficios en el corazón de uno de los ejercicios más completos

Cada año, 17,5 millones de personas fallecen en todo el mundo por enfermedades cardiovasculares, incluidas las enfermedades cardíacas y los infartos cerebrovasculares. La alarmante estadística representa la principal causa de muerte en la Argentina y el mundo, y se estima que para 2030 aumente a 23 millones.

Según recomendaciones de la Fundación Cardiológica Argentina, son incuestionables los beneficios que tiene para la salud la práctica regular de actividad física. De hecho, está comprobado que el 55 % de la salud de una persona depende de su estilo de vida y que realizar diariamente actividad física, llevar una alimentación saludable y no fumar, constituyen los 3 pilares básicos para evitar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

se hace necesario programar el ejercicio y comenzar con dosis confortables. Por ejemplo, caminatas con variaciones de velocidad y tiempos mayores cada 4 o 5 días. A los 30 días es posible estar caminando 30 a 45 minutos diarios.

Aprender a caminar

Antes de iniciar cualquier actividad física es aconsejable consultar al médico personal para que evalúe edad y condición de salud para dar las precisiones en torno a la práctica.

Se debe evitar caminar justo después de comer, porque puede interferir con la digestión. Ropa y calzado deben ser cómodos. El abrigo debe ser adecuado a la temperatura. En todos los casos cuidarse del frío o del calor, es aconsejable evitar las horas de temperaturas extremas. Protegerse del sol, aún en invierno. Antes y después de caminar es preciso hidratarse adecuadamente.

Las virtudes que se obtienen de la caminata son múltiples, produciendo múltiples efectos para la salud. En el caso del corazón disminuye la frecuencia cardíaca de reposo y aumenta la cantidad de sangre que el corazón expulsa en cada latido. De esta manera la eficiencia cardíaca es mayor consumiendo menos energía para trabajar.

Se ha comprobado, además, que los individuos que realizan ejercicios físicos dejan el hábito de fumar con mayor facilidad y hay una relación inversa entre el ejercicio físico y el tabaquismo.