6 de marzo de 2025

Psoriasis, una enfermedad inflamatoria y crónica que no contagia

En Argentina, se estima que 800.000 personas tienen psoriasis y ven altamente impactada su calidad de vida dadas las características de la enfermedad. Si bien tiene un origen genético, está relacionada con una alteración del sistema inmunológico y puede ser desencadenada por múltiples factores como bacterias, virus y hongos, determinados medicamentos, consumo de alcohol y tabaco, estrés, climas fríos, rascado o fricción frecuente y cambios hormonales.

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria, crónica, sistémica, no contagiosa. Se presenta en forma de lesiones rojas, cubiertas por escamas blancas, secas, que se localizan en codos, rodillas, tronco y cuero cabelludo. Puede comprometer las palmas de las manos y las plantas de los pies, las uñas, la semimucosa labial y la mucosa genital y, entre un 10 y 30% de las casos, puede devenir en artritis psoriásica.

Las personas con psoriasis la padecerán durante toda su vida, habiendo períodos en los que desaparezca y otros en los que resurja con mayor intensidad. Su particularidad radica en la duración del proceso de recambio de las células de la capa superficial de la piel. El tiempo de este proceso es generalmente de 28 días, pero en pacientes con psoriasis se realiza en el lapso de entre 3 y 4 días.

La psoriasis dejó de ser una enfermedad con escamas en la piel. Entonces, si usted tiene psoriasis, si se lo han diagnosticado, pídale al dermatólogo que le haga todos los estudios pertinentes, porque justamente esto va a ser en función de su salud y su bienestar a futuro. Hay muchos tratamientos que hoy en día pueden darle una calidad de vida de excelencia y usted volver a tener la vida que antes tenía.

Físicamente: Las personas con psoriasis pueden experimentar comezón o ardor constantes. La Artritis psoriásica puede causar dolor y fatiga persistente. Más aun, las personas con psoriasis han demostrado una incidencia incrementada de otras enfermedades no transmisibles incluyendo diabetes tipo 2, artritis psoriásica, enfermedad cardiovascular e infarto.

Emocionalmente: La psoriasis se asocia a una variedad de dificultades psicológicas, incluyendo baja autoestima, disfunción sexual, ansiedad, depresión, e ideación suicida. La visibilidad de las lesiones psoriásicas significa que la estigmatización y rechazo social son experiencias comunes para las personas con psoriasis.

Socialmente: La incomodidad física, el funcionamiento emocional dañado, y la imagen negativa que sienten de su propio cuerpo y ser conducen a limitaciones en sus actividades diarias, evitando situaciones interpersonales o lugares públicos y por lo tanto oportunidades ocupacionales y sociales reducidas.

Económicamente: La psoriasis impone una carga económica sustancial en el individuo y la sociedad. Además de la carga financiera directa del tratamiento, la psoriasis causa discapacidad ocupacional significativa. No sorprende, que pacientes con psoriasis más severa deben gastar más dinero y tiempo en tratamiento, y consecuentemente afecta su status laboral. Los costos indirectos incluyen productividad perdida y discapacidad provocada por las limitaciones en las actividades de la vida cotidiana.