Daños colaterales de la pandemia: esperan un gran brote de sarampión en el mundo el año que viene
El sarampión viene creciendo en el mundo. Un artículo publicado en la prestigiosa revista científica The Lancet advierte que el año que viene puede haber un rebrote y que esa podría ser una de las graves consecuencias de la actual pandemia del coronavirus.
El artículo pide una acción internacional urgente para prevenir epidemias de sarampión “potencialmente devastadoras” en los próximos años.
Uno de los factores que influyen y que preocupan a los expertos del mundo —incluidos los de la Argentina— es la merma en la vacunación durante la cuarentena.
“Muchos niños han perdido la vacuna contra el sarampión este año, lo que hace inevitables futuros brotes”, dijo el autor del estudio, Kim Mulholland, presidente del Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según el experto, la pandemia tuvo un “efecto profundo” en el control de las enfermedades prevenibles, con las campañas de vacunación detenidas en los primeros meses de 2020 y los servicios de inmunización de rutina interrumpidos en muchos países.
La OMS estima que para fines de octubre, las campañas de vacunación retrasadas en 26 países provocaron que 94 millones de niños perdieran las dosis programadas de la vacuna contra el sarampión.
En 2019, antes del inicio de la pandemia, el mundo experimentó un regreso dramático del sarampión, mayor que ninguno en los últimos veinte años. Los datos de la OMS indican que hubo 9,8 millones de casos y 207 mil muertes, un 50% más que en 2016.
La mayoría de estas muertes fueron en África.
Respecto de 2020, fue un año más tranquilo para esta enfermedad. Los datos de vigilancia de los primeros seis meses de 2020 sugieren que el número de casos disminuyó en la mayoría de los países.
Esta reducción es típica del ciclo epidémico del sarampión. Además, es probable que refleje la baja de la transmisión de virus respiratorios debido a las medidas contra la covid-19 y la limitación de los viajes nacionales e internacionales.
Sin embargo —según el informe— esta reducción “presagia brotes futuros”. Los impactos económicos de la pandemia podrían llevar a muchos casos de desnutrición infantil, lo que empeora la gravedad del sarampión y provoca más muertes, especialmente en los países de ingresos bajos y medios.
“Estos factores crean el ambiente para brotes severos de sarampión en 2021, acompañados de un aumento de las tasas de mortalidad y las graves consecuencias del sarampión que eran comunes hace décadas»
La situación en la Argentina
En la Argentina, en 2018 hubo 14 casos confirmados de sarampión y durante el período que va de agosto 2019 a marzo 2020 se notificaron 179 casos. Este fue el brote más grande de los últimos años y fue “por goteo”, a consecuencia de las bajas coberturas de vacunación acumuladas en el tiempo.
“Argentina viene incrementando año tras año el descenso de las coberturas de vacunación. Ya en 2019 presentaba coberturas nacionales cercanas al 80%, lo cual es bajísimo”, dice Analía Urueña, directora del Centro de Estudios para la Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles de la Universidad Isalud.
Durante 2019 se trabajó intensamente para controlar ese brote con acciones de vacunación. Y a partir de julio de 2020, luego de doce semanas sin casos nuevos, se interrumpió la circulación viral. Por lo tanto, el país volvió a ser considerado libre de sarampión.
“Esta ha sido sin duda una gran noticia para celebrar. Sin embargo, no debemos relajarnos”
La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) difundió en septiembre estadísticas del Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la UCA, que muestran que un 22% de los hogares argentinos demoró la vacunación de sus niños durante la pandemia (en general, incluida la de sarampión).
El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa, que puede cursar de forma severa y ocasiona brotes que rápidamente alcanzan a un número importante de personas.
Por eso, Sánchez considera “imprescindible” tomar conciencia de que vacunarse es una acción colectiva. “La vacuna contra el sarampión es la única herramienta con la que contamos para frenar posibles brotes”