Tabaquismo: el «humo de tercera mano»
En el Día Mundial sin Tabaco, se da a conocer un sondeo realizado por la Asociación Argentina de Tabacología (ASAT) el cual revela que la mayoría de los encuestados desconocen que las partículas provenientes del humo del tabaco se impregnan en las superficies o viajan en la ropa de los fumadores y pueden permanecer meses en el ambiente.
Solo 14% de la población tiene conocimiento sobre el «humo de tercera mano».
Las partículas se impregnan en superficies, viajan a través de la ropa de los fumadores y pueden durar hasta meses en el ambiente, donde se absorben a través de la respiración o la piel, señalan desde la ASAT al conmemorarse hoy el Día Mundial Sin Tabaco.
Fumadores pasivos y humo de tercera mano
La vicepresidenta de la ASAT y médica pediatra neumonóloga, Ana Balanzat, explicó que «el humo de tercera mano es la suma del humo de segunda mano (el exhalado por el fumador), con el que se va depositando en las distintas partes del ambiente».
Y agregó: «Es como una familia que se sigue ampliando porque entra en reacción con sustancias químicas que se encuentran en ese ambiente y de esta manera se producen partículas más tóxicas que sus precursores».
«Ese humo tiene más partículas que el humo de primera y segunda mano», dijo la profesora titular de pediatría de la UBA.
Precisó que «el humo de tercera mano se deposita en las cortinas, sillones y permanecerá allí más o menos tiempo en función del tipo de tejido. También se va a depositar en las paredes, yeso y en la pintura, por ejemplo».
Al respecto, la especialista manifestó que «si la persona que fuma lo hace en la calle, tanto la campera como el pullover quedan impregnados por los productos del humo de segunda mano, al regresar a casa, al abrazar a los niños, estos absorberán las partículas tóxicas a través de la piel, por la boca o por inhalación».
La muestra reflejó, además, que «si bien la mayoría de la población encuestada coincide en la permanencia en el mobiliario del humo de tabaco, no hay acuerdos respecto al efecto de fumar afuera o la ventilación del hogar».
La ventilación
Sobre el último punto, por ejemplo, la mayoría señaló que está en desacuerdo que el ventilador sea útil para minimizar los efectos dañinos del humo o muy en desacuerdo que con el aire acondicionado se eliminan las partículas tóxicas el humo de tabaco, ambas frases incorrectas.
En referencia a las mujeres embarazadas o los chicos expuestos durante los primeros años al humo del cigarrillo, Balanzat afirmó que cuando «llegan a la primaria y a la secundaria suelen tener mayores dificultades de conductas y aprendizajes».
Fuente: TELAM