Los cuidados paliativos que alivian el dolor
Los cuidados paliativos tienen una larga historia, comenzando en el siglo XI con los hospicios franceses donde se atendía a los heridos y moribundos.
En 1948 una médica inglesa, luego de ver cómo una joven enfermera se enamoró de un paciente que se estaba muriendo de cáncer, decidió fundar un lugar para que las personas pasen sus últimos días dignos y felices.
Ya en nuestra actualidad, desde el mes de julio pasado la Argentina cuenta con la Ley 27.678 de cuidados paliativos. Su propósito es asegurar que los pacientes puedan acceder a las prestaciones integrales sobre cuidados paliativos en sus distintas modalidades, en el ámbito público, privado y de la seguridad social y el acompañamiento a sus familias.
Para comprender mejor cómo se lleva a cabo esta atención, consultamos con el doctor Walter Cattáneo, médico especialista en Cuidados Paliativos, título otorgado por la Academia Nacional de Medicina. Es quien está a cargo del área en el Hospital Escuela Dr. Ramón Madariaga de Posadas.
«La Ley de Cuidados Paliativos es un proyecto esperado desde hace mucho tiempo. Estuvo detenido en algún momento pero este año se aprobó prácticamente por unanimidad. Hubo consenso en darle importancia a una ley que es para los pacientes y las personas que participan. Ahora viene la etapa de implementación».
Es una norma para la asistencia y también va a servir para la concientización social, institucional y política, para sumar los cuidados paliativos como una práctica habitual y que precisa profesionales formados.
Cuándo toman contacto ustedes con el paciente?
«Intervenimos en esa etapa avanzada de la enfermedad en la cual los tratamientos que podían ser curativos ya no tienen esa posibilidad. Es una etapa de mucho sufrimiento en distintos niveles, tanto en lo físico como lo emocional. En lo social también porque la persona ya no es útil, está limitada, si podía aportar un dinero a la casa yo no lo va a hacer y a la familia le cuesta.
Son varias las pérdidas. Algunas personas descubren que existe este acompañamiento de la enfermedad».
El cuidado paliativo es la oportunidad de poder intervenir en un momento de tanto sufrimiento, con profesionales formados en medicina, psicología, enfermería, trabajo social. Es un momento donde se precisan profesionales formados que entienden la humanización de lo que se está haciendo. Es una tarea multidisciplinaria con la idea del alivio del sufrimiento que puede estar más en lo físico o en lo psicológico. Y a veces en el dolor total, que comprende lo emocional y existencia. La persona que dice por qué a mí, justo cuando quería disfruta de la vida.
Cómo es para ustedes trabajar en situaciones extremas prácticamente siempre?
«No cuesta llevarlo adelante. Uno entiende el sentido de lo que está haciendo, igual que en otras especialidades como el terapista, el cirujano, en enfermería. Hacemos esto porque consideramos es que es una necesidad del sistema de salud. Las personas pasan por el sufrimiento, entendemos que se sufre por la amenaza. El paciente puede creen que nadie lo escucha, que no lo comprenden. Necesita ayuda para decidir qué conducta a seguir, la continuación o no de un tratamiento. Cuando el profesional se conecta con el enfermo y la familia es satisfactorio. Entender lo que está pasando, que siempre se puede hacer algo más, que vamos a acompañarlos».
Ustedes acompañan a morir?
«La mayoría de los pacientes que vemos están en una etapa muy, muy avanzada en la que quizá no podemos actuar adecuadamente. Sabemos que van a fallecer en los próximos días. Mejor sería conocer antes a los pacientes, saber sobre su historia, eso abre las puertas de lo que se puede hacer en esta etapa. Las personas están marcadas por el sufrimiento y hay que entender de dónde viene ese dolor».
El Dr. Cattaneo comenta algo que a veces ya no tenemos en cuenta. Dice que es importante el «escuchatorio» o la silla, que sigue siendo la mejor herramienta del profesional de la salud.
«Los cuidados paliativos son ciencia, perfeccionamiento, sentido humano, magia también. Incluye el silencio, el humor, el consejo profesional. Todo eso forma parte de la atención al paciente y es maravilloso poder hacerlo».
Una de cada siete personas tiene acceso a la atención de cuidados paliativos.
Se espera el reconocimiento de la especialidad a nivel provincial para abrir la formación y la residencia médica.