20 de septiembre de 2024

Cuando la terapéutica deriva en bienestar

Muchas plantas elaboran sustancias que son utilizadas en los laboratorios para la fabricación de medicamentos. La Farmacéutica Nilda Brañas de Poujade, en su nota de esta semana, nos escribe algunas de estas plantas que conocemos y usamos diariamente.

Cuando la terapéutica deriva en bienestar

Las civilizaciones más destacadas de la antigüedad por sus habilidades plásticas, tradiciones y conocimientos sobre medicina artesanal, fueron sin dudas, las mayas, aztecas, egipcias y algunas otras de poca repercusión. Todas ellas tenían un denominador común: conocimientos profundos sobre distintas disciplinas. Una de ellas fue la medicina, rama científica a la que se abocaron con gran acierto para lograr el embate  en contra de  las enfermedades que se presentaban en aquellos tiempos y que muchas veces asolaban sin piedad, a numerosas  comunidades.

Recurrieron por lo tanto a lo que les resultaba más familiar: las plantas medicinales que tenían propiedades curativas. Estos conocimientos eran ancestrales y mezclados con un poco de seudociencia, hechizos y creencias religiosas, los utilizaron con éxito en distintas patologías.

Muchos principios activos presentes en las plantas medicinales se han utilizado y aún se utilizan para elaborar medicamentos en los laboratorios. Sería imposible hablar de todos los frutos, semillas y hojas que son parte de nuestra vida cotidiana y que producen efectos benéficos en el buen funcionamiento del organismo humano.

Hemos seleccionado cuatro plantas presentes en nuestro diario vivir, como por ejemplo: cacao, café, té y yerba mate.

Ellas, curiosamente se relacionan farmacológicamente entre sí ya que  los efectos que provocan en el metabolismo humano son similares debido a que sus principios activos pertenecen a la familia de los alcaloides, sustancias que tienen propiedades fisiológicas muy intensas.

Cacao

Así se denomina a la semilla del cacao. Este es originario de América Central -México- y  cuyo nombre proviene de un vocablo “náuhuatl” que es la lengua nativa de ese país. Algunos historiadores afirman que la palabra chocolate significa “manjar de los dioses”,ya que el producto delicioso de esta semilla  era consumido únicamente por sus deidades. Su principal componente es la teobromina, poderoso diurético y estimulante que a la vez produce una sensación de bienestar por todos conocida.

Café

Es la semilla del cafeto desprovista de su envoltura exterior. Originario de Etiopía,su uso se generalizó en Europa en el siglo XVII, extendiéndose en todo el mundo debido a su aroma y sabor. El café se presenta en distintas variedades comerciales y tipos. Su principal componente o principio activo es la cafeína, estimulante del sistema nervioso central, cardiotónico y diurético .

Son las hojas jóvenes y yemas sanas y limpias de las diversas especies del género thea

. Esta planta es oriunda de la China,  donde se la conocía desde épocas muy remotas. Marco Pole la introdujo en Europa y desde allí fue apreciada en todo el mundo. Sus principales componentes son la cafeína y teofilina. Ya sabemos que por contener cafeína tiene las mismas propiedades terapéuticas que el café pero la presencia de la teofilina le proporciona dos valores más, es vaso dilatador coronario y analéptico respiratorio. Esta sustancia  por lo tanto  permite combatir bronquitis, tos y asma no severa.

Yerba mate

Son las hojas desecadas, tostadas y desmenuzadas del Té del Paraguay o Té de los Jesuitas. Planta oriunda del Brasil, Paraguay y provincia de Misiones. Sus propiedades son similares a las del té, el café y la nuez de Kola, pero con una actividad menor.

Es una bebida muy valorada no sólo en nuestro país sino también en otras regiones del mundo. La Argentina es la principal exportadora de la yerba mate. Sus cualidades inigualables favorecen el bienestar y la salud de todos aquellos que la consumen a diario.

Nuestra provincia de Misiones debe sentirse orgullosa de ser la cuna de este singular arbusto, que alguna vez fue catalogado como el oro verde de este territorio tan favorecido por la mano de Dios.