Agua y salud

El agua es un recurso natural imprescindible. Nuestro cuerpo está compuesto de hasta un 65 % de agua y en el caso de los recién nacidos casi un 80 %.
La necesitamos entre otras cosas para:
- Eliminar toxinas, a través de la orina en su mayoría.
- Mantener la temperatura
- Para la circulación de la sangre, que permite que los nutrientes se transporten por nuestro cuerpo.
¿Qué le pasa a nuestro cuerpo cuando no bebemos agua?
El principal efecto que tiene no beber agua es que nuestro cuerpo se deshidrata.
Uno de los primeros síntomas que nos alertan de que nuestro cuerpo se está deshidratando es el color oscuro de nuestra orina. Pero no es el único.
Cuando empezamos a deshidratarnos, comenzamos también a tener dolor de cabeza, calambres musculares, cansancio y mucha sed. También sufrimos cambios de humor y disminuyen nuestras funciones cognitivas como pérdida de atención o falta de memoria.
Por ello, está la recomendación de beber un mínimo de 2 litros al día, el equivalente a ocho vasos de agua. Esta cantidad va a variar en función de la edad, la temperatura ambiental y nuestra alimentación.
El agua presente en alimentos
Con la llegada del calor debemos darle especial prioridad a mantenernos hidratados y aunque la forma más sencilla sea bebiendo agua, otra forma es a través de la alimentación. Hay una gran variedad de alimentos ricos en agua. Estos además de ayudar a hidratarse, también sirven para desintoxicar el organismo y nutrirlo.
La fruta fresca es excelente para este propósito. La mayoría tiene un gran aporte de agua, vitaminas y minerales, nutrientes esenciales tanto en verano como en invierno. Algunas de las frutas que contienen más agua son naranja, sandía, melón y ananá.
Lo mismo ocurre con las verduras y hortalizas que son alimentos con un importante porcentaje de agua como el pepino, cebolla o pimiento rojo.