16 de septiembre de 2024

Cuidado del hígado y alertas que indican que está mal

El hígado es un órgano complejo, que participa en varias funciones vitales del organismo. Desempeña un rol principal en el proceso de desintoxicación y es clave para la digestión de las grasas, la segregación de hormonas y la prevención de infecciones.

 

Existen varios trastornos que pueden comprometer la salud del hígado. Sus funciones no solo se ven alteradas por el desarrollo de ciertas patologías, sino también por el estilo de vida. Aunque parte de sus funciones consisten en desintoxicar el cuerpo, una acumulación excesiva de toxinas lo puede deteriorar.

 

El hígado puede estar mal por diversas causas:

  • Infecciones virales y bacterianas, como las hepatitis A, B y C.
  • Consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
  • Mala alimentación y consumo excesivo de grasa.
  • Tabaquismo.
  • Ingesta excesiva de medicamentos.
  • Enfermedades autoinmunes.
  • Exposición a ambientes contaminados.
  • Sobrepeso y obesidad.
  • Factores genéticos.

Síntomas de alerta

Los síntomas que alertan que tu hígado está mal pueden variar en función de la enfermedad que estás padeciendo. Sin embargo, muchas de estas manifestaciones son similares y requieren una evaluación médica para determinar su origen y recibir un tratamiento.

Algunos de los síntomas que hay que tener en cuenta:

  1. Dolor en la parte superior derecha del abdomen.
  2. Náuseas y vómitos, sobre todo después de consumir alimentos irritantes y grasosos.
  3. Dolor de cabeza recurrente.
  4. Sensación de fatiga sin razón aparente.
  5. Desorientación y pérdida de la memoria.
  6. Mal aliento y sabor metálico en la boca.
  7. Piel y ojos amarillentos (ictericia).
  8. Orina oscura y cambios en los hábitos de micción.
  9. Pérdida del apetito.
  10. Aumento de peso.
  11. Heces amarillentas, grisáceas o blanquecinas.
  12. Inflamación abdominal.
  13. Digestión lenta y estreñimiento.
  14. Sensación de comezón por todo el cuerpo.
  15. Sudoración excesiva.
  16. Mal olor corporal.
  17. Cuadros frecuentes de acné.
  18. Sangrados digestivos.
  19. Infecciones o alergias cutáneas.
  20. Baja tolerancia a medicamentos, como los antibióticos.
  21. Edema o acumulación de líquidos en las extremidades.
  22. Aparición de moretones o hematomas con facilidad.
  23. Reflujo gastroesofágico.
  24. Descontroles metabólicos, como sobrepeso, obesidad y problemas de glucosa en la sangre.

 

Ayudar a mejorar el funcionamiento del hígado

Si no es un problema grave, cambios en la alimentación y el estilo de vida pueden ayudar a mejorar o evitar que el hígado esté mal. En general, para tratar y prevenir las dificultades hepáticas se recomienda:

  • Mantener una alimentación controlada en grasas, azúcares y carbohidratos simples.
  • Aumentar el consumo de frutas, vegetales y agua.
  • Evitar el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco.
  • Hacer ejercicio físico regular y evitar el sobrepeso.
  • Evitar la exposición a agentes contaminantes y químicos.
  • No consumir medicamentos sin supervisión médica.
  • Utilizar protección durante las relaciones sexuales.
  • Vacunarse contra la hepatitis A y B.