4 de marzo de 2025

¿Por qué es necesario limpiar la lengua?

La lengua es una parte muy importante de la boca, es un músculo necesario en la masticación de los alimentos, deglución y el habla.

Aunque puede parecer que no retiene bacterias o que no existe la posibilidad de que se ensucie, es la zona que más bacterias acumula del cuerpo y su anatomía es uno de los factores que facilitan que las bacterias se acumulen en ella ya que cuenta con una superficie irregular con papilas filiformes, que facilita la acumulación de residuos.

Para saber que necesitamos mejorar la limpieza de la lengua, lo más sencillo será fijarnos en su aspecto y color. Si se muestra blanquecina o amarillenta significará que existe una falta de higiene.

 

Riesgos de una mala higiene

Cuando hablamos de higiene bucal, normalmente, solo se hace referencia a aquella que implica los dientes. Sin embargo, la lengua es otro elemento fundamental y determinante.

Una mala higiene de la lengua unida a un débil sistema inmunológico puede conllevar ciertas patologías como la candidiasis oral, generada por la aparición excesiva del hongo cándida.

El liquen plano oral, también es una infección muy común que causa manchas rojizas y blancas de distintos tamaños. Otras afecciones causadas por una mala higiene y que no tienen tanta importancia son la llamada ‘lengua fisurada’, caracterizada por mostrar grietas verticales y la ‘lengua vellosa’ o la ‘lengua saburral’ distinguida por mostrar una capa de color blanca que cubre la lengua.

 

Cómo limpiar la lengua de forma correcta

Limpiar la lengua correctamente no lleva demasiado tiempo y se puede hacer de manera sencilla.

En muchos casos, el cepillo de dientes manual incorpora limpiadores linguales en la parte trasera del cabezal y en el caso de los cepillos eléctricos, algunos de ellos, también incorporan un cabezal que tiene esta función.

Por otro lado, también existen instrumentos diseñados únicamente para ello, los llamados raspadores linguales.

La manera de utilizar cualquiera de estas herramientas es similar a la del cepillo de dientes y lo más adecuado es limpiar la lengua después del cepillado. También es muy importante mantener la limpieza del raspador, enjuagándolo con agua tras cada uso.