9 de abril de 2025

1 de Mayo: la salud es imprescindible para trabajar

El 1º de mayo de 1886 comenzó en Chicago, Estados Unidos, un movimiento en reclamo de las ocho horas de trabajo, en vez de las 18 habituales en ese tiempo. La manifestación fue brutalmente reprimida y terminó con la ejecución de cuatro trabajadores anarquistas ahorcados en noviembre de 1887. La Segunda Internacional decidió en 1889 instituir el Primero de Mayo como Día del Trabajador para perpetuar la memoria de los mártires de Chicago.

En Argentina , por primera vez se consideró la fecha en el año 1890 con un acto en la sede del Prado Español, hoy barrio de La Recoleta. Luego se sucedieron múltiples inconvenientes durante varios años hasta que en 1930, durante la presidencia de Hipólito Irigoyen, se instituyó el 1º de mayo como la Fiesta del Trabajo en todo el territorio de la Nación.

 

Trabajo y salud

Trabajo y salud pueden aparecer como conceptos diferentes, aunque se trata de “hechos” intrínsecamente interrelacionados. Hoy es impensable que el trabajo pueda hacerse en condiciones adecuadas en un estado de ausencia de salud.

Para la Organización Mundial de la Salud -OMS-, la salud “es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.

Esta definición confirma la clara interrelación entre dos hechos en principio diferentes, pero en la práctica interdependientes: la salud es imprescindible para trabajar y las condiciones en las que se realiza el trabajo pueden perjudicar la salud.

Las personas económicamente activas pasan aproximadamente una tercera parte de su tiempo en el lugar de trabajo. Las condiciones de empleo y de trabajo tienen efectos considerables sobre la salud.

 

 

La protección de la salud

Las buenas condiciones de trabajo pueden proporcionar protección y posición social, oportunidades de desarrollo personal, y protección contra riesgos físicos y psicosociales.

La salud de los trabajadores es un requisito previo esencial para los ingresos familiares, la productividad y el desarrollo económico.

Los riesgos para la salud en el lugar de trabajo, incluidos el calor, el ruido, el polvo, los productos químicos inseguros y el estrés psicosocial provocan enfermedades ocupacionales y pueden agravar otros problemas de salud.

Además de la atención sanitaria general, todos los trabajadores, y particularmente los de profesiones de alto riesgo, necesitan servicios de salud que evalúen y reduzcan la exposición a riesgos ocupacionales, así como servicios de vigilancia médica para la detección precoz de enfermedades y traumatismos ocupacionales.

En la actualidad nadie duda que las consecuencias sociales del modelo económico de desarrollo existente, además de, producir pobreza, desempleo, y merma en la calidad del empleo, han afectado de forma negativa a la salud de los trabajadores. La Organización Internacional del Trabajo informa que por día fallecen miles de trabajadores como consecuencia de ambientes de trabajo inseguros e insalubres y por causa de enfermedades contraídas en el trabajo.