6 de marzo de 2025

Las caídas en las personas mayores y cómo prevenirlas

Las caídas representan uno de los problemas más importantes dentro de la patología geriátrica, generando uno de los llamados “grandes síndromes geriátricos”. Además, se constituyen en uno de los más graves problemas epidemiológicos que afectan a las personas mayores.

Aproximadamente el 30%, sean independientes y/o autoválidas sufren una caída una vez al año. Este porcentaje, asciende hasta el 35% en los mayores de 75 años y a un 50% en los mayores de 80 años. La mortalidad por caídas se incrementa exponencialmente con el aumento de la edad en ambos sexos por encima de los 75 años.

Es interesante conocer, que dos terceras partes de las personas mayores que se caen tendrán altas probabilidades de sufrir una nueva caída en los siguientes seis meses. Es decir que la caída es un factor de riesgo per se. La mayoría de las caídas producen algún tipo de lesión sobre tejidos blandos como pueden ser cortes y contusiones, no obstante, solamente entre el 1 y el 3% de las mismas van a producir fracturas.

 

 

Entre las principales recomendaciones para que las personas mayores preserven un óptimo estado es la práctica de ejercicio físico adecuado a su edad ya que podemos afirmar que en este grupo etario el deterioro del aparato locomotor se puede deber a la falta de actividad física.

Ayudarlos a realizarla durante 30 minutos, de intensidad moderada, como por ejemplo, realizar caminatas a paso moderado o bien subir y bajar escaleras favorecerá su capacidad motora y la no pérdida de equilibrio.

 

Aspectos importantes para tener en cuenta para prevenir caídas:

  • Evaluar la necesidad de instalación de artículos de soporte, como pasamanos en la escalera o en la ducha y frente al inodoro.
  • Evitar siempre tener en nuestras casas suelos irregulares o con desniveles. Si tenemos alfombras en lo posible retirarlas o bien tener una base anti deslizable que se adhiera al suelo, evitando su desplazamiento.
  • Proporcionar en todo momento un ambiente iluminado para movilizarse y desplazarse.
  • Proporcionar un calzado que tenga una suela resistente y antideslizante, evitar el uso de pantuflas.
  • Incentivar el uso de las técnicas de apoyo que han sido indicadas, tales como bastones, andadores, etc.
  • Mantener el hogar libre de objetos que estén dispersos en el suelo o cables eléctricos sueltos que puedan hacer tropezar o enredarse en las piernas.
  • Evitar encerar los pisos, dejar una luz encendida de noche.