Respirar nos cuesta menos energía que hace 30 años

La energía utilizada por los seres humanos para funciones corporales básicas, como la respiración y la circulación ha disminuido durante los últimos 30 años. Aunque aún no está claro el porqué, los hallazgos ayudan a los investigadores a elaborar estrategias más eficaces para combatir la obesidad, una condición que está directamente ligada a la energía total gastada por cada persona.
Un grupo de expertos y científicos del Organismo Internacional de Energía Atómica ha concluido que el gasto energético humano total ha disminuido tanto en hombres como en mujeres en los últimos 30 años. Al contrario de lo que se esperaban, los investigadores descubrieron que no se debe a la reducción del gasto de actividad física, sino a la disminución del gasto basal.
El gasto basal es la energía utilizada para las funciones corporales básicas, como la respiración y la circulación. Este gasto, combinado con el que se emplea para las actividades del día a día, conforman el gasto energético total.
Los resultados ayudan a entender cómo la ingesta de alimentos contribuye a la obesidad, una condición que puede disminuir la calidad de vida y contribuir a la aparición de diversas enfermedades. Considerada ya una epidemia que crece cada día, tiene lugar cuando la ingesta de energía es superior al gasto energético de una persona.
Según los autores, hasta ahora se había asumido que la obesidad era causada por estilos de vida cada vez más sedentarios, en el que ha disminuido considerablemente la actividad física y, por el contrario, ha aumentado la ingesta de alimentos.
Para el reciente trabajo, se analizaron mediciones recogidas desde la década de 1980 sobre el gasto energético de más de 4500 adultos de Europa y Estados Unidos, lo que permitió a los investigadores descubrir que el gasto energético total ha disminuido desde la década de 1990 en torno a un 7,7% en los hombres y un 5,6% en las mujeres.
Resultados inesperados
John Speakman, autor principal del estudio y profesor del Instituto de Tecnología Avanzada de Shenzhen (China) y de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido), declaró que el gasto en actividad ha subido ligeramente con el tiempo. “Lo que realmente ha disminuido es el gasto energético basal. Esto significa que la tasa metabólica en reposo de una persona que vive en 2023 es inferior a la de una persona de su misma edad y composición corporal de finales de los años 90. Eso es bastante inesperado. Y no sabemos muy bien a qué se debe».
Speakman añadió que hay varios factores potenciales que pueden explicar por qué ha disminuido el gasto energético basal, incluidos los cambios en la dieta. Sin embargo, necesitan investigar más para poder entender cómo revertir esta disminución. «Ésta podría ser la base de una estrategia útil en el tratamiento de la obesidad. Sin embargo, en la actualidad, la mejor forma de evitarla es no comer en exceso».