Partes del cuerpo que nunca dejan de crecer

Durante nuestras etapas de crecimiento y maduración, diversas partes de nuestro cuerpo como los huesos, músculos y tejidos experimentan un crecimiento continuo y gradual. Sin embargo, llegado cierto punto de la vida, este proceso de crecimiento se detiene y comienza una fase de mantenimiento y envejecimiento.
El crecimiento cesa a una edad variable, dependiendo del momento del inicio de la pubertad y de la rapidez o lentitud de su progresión. En condiciones normales, la media de edad a la que cesa el crecimiento en los varones es a los 21 años y en las mujeres a los 17 años.
No obstante, existen partes del cuerpo que desafían esta regla y nunca dejan de crecer a lo largo de nuestra vida, son ciertas estructuras que siguen cambiando y adaptándose a medida que envejecemos.
Las uñas:
Son una de las partes más notables del cuerpo que siguen creciendo durante toda la vida. Aunque su tasa de crecimiento puede disminuir con la edad, las uñas de manos y pies están en constante renovación.
Están compuestas por queratina, en la base de la uña se forman células nuevas con mucha regularidad, lo que hace que esté en continuo crecimiento. Más o menos las uñas crecen entre 3 y 5 centímetros al mes. Las uñas de las manos crecen más rápido que las de los pies porque en las manos hay mayor circulación de la sangre y además las estimulamos mucho más.
El pelo:
Es una parte del cuerpo humano que nunca para de crecer, pero no siempre es al mismo ritmo. Depende de muchos factores que el pelo crezca con más o menos rapidez, alguno de ellos son el tipo de alimentación, los productos y frecuencia con la que se lava el pelo. Crezca más o menos, continuamente crece, aunque sea casi imperceptible a la vista.
Las orejas:
El cartílago de las orejas es otra estructura que no deja de crecer con el tiempo. Con el paso de los años pierde flexibilidad y la piel se estira, dando la sensación de crecimiento de la oreja. A medida que envejecemos, nuestras orejas pueden parecer más grandes debido a este fenómeno. Aunque en algunos casos es más evidente que en otros, es una transformación natural e inofensiva.
Suelen crecer alrededor de 0,22 milímetros cada año y 1,1 centímetros por cada 50 años.
La nariz:
Al igual que las orejas, la nariz también sigue creciendo durante toda nuestra vida debido al crecimiento y elongación del cartílago nasal. Este crecimiento gradual puede alterar la forma de la nariz con el tiempo, pero es un proceso lento y no afecta la función respiratoria ni la salud en general.