8 de septiembre de 2024

Problemas de circulación en pies y piernas

La mala circulación en las extremidades puede pasar desapercibida pero tener consecuencias para la salud.

Algunas de las causas de la mala circulación son: factores de riesgo como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, una dieta alta en grasas saturadas, el sedentarismo, niveles elevados de colesterol y presión arterial, obesidad, estrés y antecedentes familiares de ateroesclerosis. Todas ellas pueden desencadenar problemas de circulación.

 

Síntomas de la mala circulación

Los síntomas iniciales incluyen cansancio excesivo, dolor en las extremidades y pinchazos. Estos signos pueden indicar problemas de circulación y estar relacionados con afecciones como arañas vasculares, varices, hormigueo, cambios en las uñas y la piel, agotamiento, cambios de temperatura, piel seca y cicatrización lenta.

 

Consejos para mejorar el flujo sanguíneo

La rutina diaria nos obliga a mantener una postura prolongada en el tiempo, normalmente por motivos laborales, y si a esto le sumamos que no tenemos tiempo para realizar ejercicio, se acoplan los factores que hacen que nuestra circulación en miembros inferiores esté comprometida.

Para prevenir o mejorar cualquier problema relacionado con el flujo sanguíneo:

  • Evitar estar en la misma posición durante mucho tiempo. Mover los pies y piernas y evitar cruzar las piernas para prevenir várices.
  • Elevar las piernas por encima del corazón después de períodos largos de estar de pie o sentado.
  • Usar calzado cómodo y ancho, evitar tacones altos y asegurarse de que el zapato tenga buena amortiguación.
  • Mantener una dieta saludable con alimentos que favorezcan la circulación y evitar el exceso de sal para controlar el peso.
  • Beber suficiente agua e hidratar la piel de los pies para prevenir la sequedad y durezas.
  • Realizar masajes ascendentes desde el pie hasta la rodilla con agua fría para aliviar la hinchazón al final del día.

 

Seguir estos consejos promueve la circulación sanguínea y mejora la salud general. Si se experimenta síntomas persistentes, es conveniente consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico adecuado.