4 de marzo de 2025

Con la pandemia aumentó un 25% la gente con depresión y ansiedad en el mundo

La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto devastador en la salud mental a nivel global, con un aumento alarmante del 25% en los casos de depresión y ansiedad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este aumento ha generado una creciente preocupación por la salud mental de las personas, especialmente entre los jóvenes que se enfrentan a un futuro incierto marcado por el cambio climático y otros desafíos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la salud mental como «un estado de bienestar en el que cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y puede aportar algo a su comunidad».

 

Salud mental: El enfoque de la GMHS 2023

La 5° Cumbre Mundial de Salud Mental, que se lleva a cabo en Buenos Aires, busca abordar esta crisis de salud mental de manera integral bajo el lema «Salud Mental en todas las políticas». La cumbre tiene como objetivo promover una concepción de salud mental que forme parte de todas las políticas públicas, reconociendo los determinantes sociales que impactan en las personas y las comunidades.

Dévora Kestel, directora de Salud Mental y Consumo de Sustancias de la OMS, enfatizó antes del inicio de la Cumbre, que la pandemia ha tenido un impacto significativo en la salud mental debido a factores como el aislamiento, el miedo, las muertes y las tensiones relacionadas con la educación en casa. Además, destacó el aumento de la ansiedad y la depresión, especialmente en jóvenes, mujeres y en áreas gravemente afectadas por la pandemia.

El cambio climático también ha emergido como un factor importante en la salud mental, generando lo que se conoce como «ecoansiedad». Esta preocupación por un futuro incierto se ha vuelto más evidente en jóvenes afectados por fenómenos climáticos extremos como inundaciones, terremotos y migraciones.

 

Argentina, líder en políticas de salud mental

Argentina ha tomado medidas significativas en el ámbito de la salud mental, con la aprobación de la Ley Nº 26.657 en 2010. Esta ley ha transformado el enfoque de la atención en salud mental en concordancia con los tratados internacionales y las exigencias de la OMS, en la medida en que implica pasar de un modelo «hospital céntrico», tutelar y de aislamiento, a otro basado en la atención en hospitales generales y una red integrada de dispositivos intermedios de base comunitaria (casas de medio camino y de convivencia, centros y hospitales de día, talleres y emprendimientos sociolaborales), la autonomía con apoyos y la inclusión social.