6 de octubre de 2024

Qué hacer cuando un niño se golpea en la cabeza

Los niños pequeños a menudo se golpean la cabeza al caerse, ya sea desde su propia altura o desde lugares elevados, como cochecitos. Los niños mayores pueden sufrir golpes en la cabeza en accidentes o al practicar actividades deportivas sin protección, andar en bicicleta o patines, especialmente si no llevan casco.

No hay que alarmarse en exceso pero sí estar atentos a algunas señales.

Los golpes en la cabeza –a los que los médicos llaman traumatismos craneales o traumatismo craneoencefálico (TCE)- son muy frecuentes en la infancia. Un gran porcentaje de los traumatismos craneales registrados se producen en menores de 15 años de edad.

 

Síntomas después de un golpe en la cabeza

Después de un golpe en la cabeza, es normal sentir dolor en la zona del impacto y desarrollar un chichón. Pero si el niño pierde la conciencia, tiene vómitos, visión borrosa, dolor de cabeza intenso o problemas para hablar y caminar, es importante buscar atención médica de urgencia.

 

Tratamiento de los golpes en la cabeza

Después de un golpe en la cabeza, es fundamental mantener al niño en un lugar tranquilo y sin muchos estímulos. Ofrecerle líquidos y, si hay una herida abierta, desinfectarla. Si hay un chichón, aplicar frío (pero nunca directamente sobre la piel) puede ayudar. Si hay dolor, se puede dar medicación para el dolor según las indicaciones médicas.

 

Signos de alarma a observar

Durante las siguientes 24-48 horas después de un golpe en la cabeza, se debe prestar atención a ciertos síntomas que podrían indicar una lesión grave en el cerebro. Estos síntomas incluyen:

  • Dificultad para despertarse o somnolencia excesiva.
  • Dolor de cabeza intenso que no cede con medicamentos habituales.
  • Vómitos repetidos.
  • Pérdida de conciencia o desorientación.
  • Convulsiones o movimientos anormales.
  • Debilidad en las extremidades.
  • Llanto persistente o irritabilidad en niños pequeños.
  • Cambios en la visión o pupilas de diferente tamaño.
  • Sangrado por la nariz o los oídos.

 

Si se observa alguno de estos síntomas, hay que buscar atención médica de inmediato. La seguridad y la salud de tu hijo son lo más importante.