6 de marzo de 2025

Crujir los nudillos ¿puede ser perjudicial para la salud?

Aunque la práctica de crujirse los nudillos pueda parecer inofensiva o puede proporcionar una sensación momentánea de alivio o satisfacción, diversos estudios sugieren que podría tener implicaciones para la salud articular a largo plazo.

 

El sonido que escuchamos al crujir los nudillos se atribuye a la formación y colapso de pequeñas burbujas de gas en el líquido sinovial que lubrica las articulaciones. A pesar de que no todos los científicos están de acuerdo en este mecanismo exacto, la manipulación de las articulaciones durante este proceso puede generar un aumento de presión interna.

Este aumento de presión, a su vez, podría tener implicaciones para la salud articular. Algunos expertos sugieren que el hábito habitual de crujirse los nudillos podría estar asociado con un mayor riesgo de desarrollar problemas como artritis o daño en los cartílagos. Sin embargo, la evidencia científica al respecto aún es limitada y se necesitan más investigaciones para confirmar estas asociaciones.

 

Signos que indican que debemos dejar de crujir los nudillos

Aunque crujirse los nudillos pueda parecer inofensivo y pueda proporcionar un alivio temporal del estrés y la tensión, existen formas más saludables de manejar estas sensaciones. Si se experimenta alguno de los siguientes síntomas en las manos, es importante interrumpir esta práctica y buscar la opinión de un médico:

  • Dolor persistente en las articulaciones.
  • Inflamación en los nudillos o en las áreas circundantes.
  • Reducción de la movilidad de los dedos.

La crepitación, un término utilizado en medicina ortopédica y deportiva para describir un chasquido o crujido en una articulación, puede ser un signo de lesión o artritis. A diferencia del crujido voluntario de los nudillos, la crepitación puede ocurrir al moverlos y puede ser indicativa de problemas subyacentes como artritis reumatoide o tendinitis, donde el tendón se inflama por sobrecarga o lesión.

 

Consejos para abandonar el hábito de crujirse los nudillos

  • Conciencia y autodisciplina: Reconocer cuándo se siente la necesidad de crujir los nudillos y tratar de resistirte. Con el tiempo, podrá disminuir la frecuencia de esta acción.
  • Buscar distracciones: Mantener las manos ocupadas con otras actividades, como jugar con una pelota antiestrés o realizar ejercicios de estiramiento.
  • Ejercicios de relajación: Practicar técnicas de relajación como la respiración profunda o la meditación para reducir la ansiedad que puede llevar al hábito de crujirse los nudillos.