Signos y síntomas de alerta de la celiaquía

La celiaquía es una enfermedad autoinmune crónica que afecta el intestino delgado, desencadenada por la ingesta de gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. La enfermedad puede aparecer en cualquier momento de la vida, desde que se incorpora el gluten a la alimentación, es más frecuente en mujeres que en hombres. Cuando una persona celíaca consume gluten, se produce un daño principalmente en la mucosa del intestino disminuyendo la capacidad de absorber nutrientes.
A pesar de su prevalencia, la celiaquía a menudo pasa desapercibida debido a la variabilidad de sus síntomas y a la falta de conciencia sobre la enfermedad.
Síntomas de alerta
Los síntomas de la celiaquía pueden variar ampliamente entre las personas afectadas, lo que dificulta su identificación. Sin embargo, algunos signos comunes pueden servir como indicadores de la enfermedad:
- Problemas gastrointestinales: Incluyen dolor abdominal, distensión, diarrea crónica o estreñimiento, flatulencia excesiva y náuseas recurrentes.
- Pérdida de peso no intencionada: La incapacidad para absorber nutrientes adecuadamente puede llevar a una pérdida de peso inexplicada, a pesar de mantener una dieta normal.
- Fatiga y debilidad: La fatiga persistente y la falta de energía son síntomas comunes en personas con celiaquía debido a la malabsorción de nutrientes esenciales.
- Problemas cutáneos: Algunas personas experimentan erupciones cutáneas como dermatitis herpetiforme, una forma de celiaquía que se manifiesta en la piel con lesiones pruriginosas y ampollas.
- Cambios en el estado de ánimo: La irritabilidad, la ansiedad y la depresión pueden ser síntomas asociados con la celiaquía, aunque su relación no siempre es evidente.
Ante la presencia de estos signos y síntomas, es importante buscar atención médica para una evaluación adecuada. Es fundamental destacar que la celiaquía es una enfermedad subdiagnosticada y que un diagnóstico temprano puede evitar complicaciones a largo plazo, como la malnutrición, la osteoporosis y el aumento del riesgo de ciertos cánceres.
Los médicos suelen realizar pruebas de detección de anticuerpos y, en algunos casos, biopsias del intestino delgado para confirmar el diagnóstico de celiaquía. Además, es esencial seguir una dieta libre de gluten para controlar los síntomas y prevenir daños adicionales en el intestino.