7 de enero de 2025

La importancia de la detección y el diagnóstico de la miastenia grave

El pasado domingo 2 de junio se conmemoró el Día Mundial de la Lucha contra la Miastenia Gravis, una enfermedad autoinmune neuromuscular.

Afecta más a mujeres jóvenes y a hombres en edad avanzada. Tiene una prevalencia entre 15 y 40 personas cada 100 mil.

 El síntoma principal y más habitual es la debilidad con fatiga,  es decir que cuando se realiza actividad física empeora, y en reposo mejora.

La miastenia grave provoca que los músculos que se pueden controlar de forma voluntaria se sientan débiles y se cansen con rapidez.

Esto sucede cuando falla la comunicación entre los nervios y los músculos.

No hay cura hasta ahora para esta enfermedad. Losl tratamientos con fármacos y fisioterapia ayudan a aliviar los síntomas.

Los síntomas pueden ser:

-debilidad de los músculos de los brazos o las piernas

– visión doble

-párpados caídos

-dificultad para hablar, masticar, tragar y respirar

Empeora cuando se usa el músculo afectado.

Como los síntomas suelen mejorar con el descanso, la debilidad muscular puede aparecer y desaparecer. Sin embargo, los síntomas tienden a progresar con el paso del tiempo. Suelen alcanzar su peor punto pocos años después del comienzo de la enfermedad.

Ciertos grupos musculares se ven afectados con mayor frecuencia:

-músculos de los ojos

-músculos de la cara y de la garganta

-músculos del cuellos y de las extremidades

La consulta al médico debe hacer ante inconvenientes para respirar, ver, tragar, masticar, caminar, usar los brazos y las manos.

La detección temprana y el diagnóstico son fundamentales para evitar exacerbaciones y crisis miasténicas, mejorar la calidad de vida, y lograr la disminución de los síntomas.

Un diagnóstico tardío puede llevar a padecimientos innecesarios y riesgos adicionales para los pacientes.