La importancia de la detección y el diagnóstico de la miastenia grave
El pasado domingo 2 de junio se conmemoró el Día Mundial de la Lucha contra la Miastenia Gravis, una enfermedad autoinmune neuromuscular.
Afecta más a mujeres jóvenes y a hombres en edad avanzada. Tiene una prevalencia entre 15 y 40 personas cada 100 mil.
El síntoma principal y más habitual es la debilidad con fatiga, es decir que cuando se realiza actividad física empeora, y en reposo mejora.
La miastenia grave provoca que los músculos que se pueden controlar de forma voluntaria se sientan débiles y se cansen con rapidez.
Esto sucede cuando falla la comunicación entre los nervios y los músculos.
No hay cura hasta ahora para esta enfermedad. Losl tratamientos con fármacos y fisioterapia ayudan a aliviar los síntomas.
Los síntomas pueden ser:
-debilidad de los músculos de los brazos o las piernas
– visión doble
-párpados caídos
-dificultad para hablar, masticar, tragar y respirar
Empeora cuando se usa el músculo afectado.
Como los síntomas suelen mejorar con el descanso, la debilidad muscular puede aparecer y desaparecer. Sin embargo, los síntomas tienden a progresar con el paso del tiempo. Suelen alcanzar su peor punto pocos años después del comienzo de la enfermedad.
Ciertos grupos musculares se ven afectados con mayor frecuencia:
-músculos de los ojos
-músculos de la cara y de la garganta
-músculos del cuellos y de las extremidades
La consulta al médico debe hacer ante inconvenientes para respirar, ver, tragar, masticar, caminar, usar los brazos y las manos.
La detección temprana y el diagnóstico son fundamentales para evitar exacerbaciones y crisis miasténicas, mejorar la calidad de vida, y lograr la disminución de los síntomas.
Un diagnóstico tardío puede llevar a padecimientos innecesarios y riesgos adicionales para los pacientes.