5 de diciembre de 2024

9 de Julio: el frío y las enfermedades del invierno en 1816

En 1816, cuando se declaró la Independencia en las Provincias Unidas del Río de la Plata, el clima en la región durante el invierno podía ser bastante frío, especialmente en julio.

Aunque no se disponen de registros climáticos precisos de esa época, sabemos que los inviernos eran duros y fríos.

Cómo se abrigaba la gente

Para protegerse del frío, las personas utilizaban una variedad de prendas de abrigo, muchas de las cuales eran hechas de lana y otros materiales naturales.

Las prendas más comunes eran ponchos, capas y mantas de lana. Sombreros y gorros ayudaban a mantener la cabeza y las orejas calientes. Guantes, mitones y bufandas también se usaban.

Para calentar los hogares se utilizaban la madera y el carbón

Las hogueras, los braseros, algunas estufas de hierro, eran los elementos de calefacción en esa época.

La eficiencia de estos métodos variaba considerablemente dependiendo del tamaño y la construcción de la vivienda.

Para calentar las camas se usaban ladrillos y botellas de cerámica, también almohadillas de lana.

Las enfermedades respiratorias

Resfriados y gripes eran comunes durante el invierno debido al clima y a las condiciones de vida. Neumonía y  bronquitis también afectaban a la población. La tuberculosis era una enfermedad prevalente muy temida.

Muchas personas sufrían de reumatismo, exacerbado por el frío y la humedad.

Métodos de curación

En esos primeros años del siglo XIX la medicina no era tan avanzada,  muchos tratamientos se basaban en remedios caseros y la medicina tradicional.

La salud y la medicina en esta región se caracterizaban por una combinación de conocimientos tradicionales y la influencia de la medicina occidental.

Algunos de los métodos y remedios más comunes incluían:

  1. Infusiones y tisanas: Se utilizaban hierbas como el eucalipto, el tomillo, la menta y la manzanilla para preparar tés que ayudaban a aliviar los síntomas respiratorios.
  2. Cataplasmas y ungüentos: Aplicaciones tópicas hechas de hierbas y otros ingredientes naturales para aliviar el dolor y la inflamación.
  3. Vapores: Inhalar vapor de agua caliente con hierbas aromáticas para despejar las vías respiratorias.
  4. Baños calientes: Para aliviar los síntomas del reumatismo y mejorar la circulación.
  5. Sangrías y purgas: Prácticas médicas comunes en la época, aunque a menudo ineficaces y potencialmente peligrosas.
  6. Dieta y descanso: Se recomendaba una dieta nutritiva y mucho reposo para recuperar la salud.

Acceso a la medicina

Era limitado, especialmente en áreas rurales. Los médicos y cirujanos practicaban en las ciudades y pueblos más grandes, pero la mayoría de la población dependía de curanderos y remedios caseros. Las farmacias, aunque rudimentarias, comenzaban a distribuir medicamentos básicos como quinina y otros compuestos.

Enfermedades Invernales y su Tratamiento

  • Resfriados y gripes: se trataban con reposo, infusiones de hierbas y abrigándose bien.
  • Neumonía y bronquitis: además de los remedios mencionados, se aplicaban cataplasmas calientes en el pecho y la espalda.
  • Tuberculosis: no había un tratamiento efectivo en esa época, y la enfermedad a menudo resultaba fatal.
  • Reumatismo: se trataba con baños calientes, masajes con aceites y ungüentos, y en algunos casos con dietas específicas.