5 de octubre de 2024

Estos alimentos pueden hacer que tus células envejezcan más rápido

El trabajo, que midió un marcador del envejecimiento biológico, la longitud de componentes genéticos llamados telómeros, en 886 adultos de más de 55 años, teniendo en cuenta su consumo diario de alimentos ultraprocesados, sugiere que una mala dieta puede hacer que las células envejezcan más rápido.

Los participantes, divididos en cuatro grupos, desde los grandes consumidores de alimentos ultraprocesados (tres o más por día) hasta los más moderados (menos de dos), dieron muestras de su saliva, que se analizó genéticamente, e informaron su consumo diario de alimentos.

La ciencia ya estableció una relación entre estos alimentos ultraprocesados, en su mayoría altos en nutrientes críticos como grasas, azúcar y sal, con enfermedades como la obesidad, la hipertensión, la diabetes y algunos tipos de cáncer.

Los grandes consumidores de estos alimentos (más de tres porciones o platos al día) casi duplicaban el riesgo de tener telómeros cortos en comparación con los que consumían menos, según el estudio presentado en el ECOICO 2020, que este año a causa de la pandemia de coronavirus se celebra en forma virtual hasta el jueves 4.

Los telómeros son estructuras protectoras que preservan la estabilidad y la integridad de nuestro patrimonio genético y, por lo tanto, del ADN necesario para el funcionamiento de cada célula del cuerpo. Cuando envejecemos se acortan porque cada vez que una célula se divide pierde una pequeña porción del telómero.

Este fenómeno se repite dando lugar a la senescencia o envejecimiento biológico de las células, que entonces dejan de dividirse y de funcionar normalmente.

La longitud de los telómeros se considera un marcador de la edad biológica a nivel celular.

Los investigadores hallaron que los participantes que más alimentos ultraprocesados consumían eran más susceptibles de tener antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares, diabetes y grasas sanguíneas anormales, y de picotear más entre las comidas.

También consumían más grasas, grasas saturadas, comida rápida y carnes procesadas, así como menos frutas y verduras.

A nivel mundial, el consumo de alimentos frescos está disminuyendo mientras que la ingesta de ultraprocesados aumenta (en Argentina, sólo galletitas y gaseosas aportan más del 15% de la energía diaria recomendada).

Estos productos son formulaciones industriales de sustancias derivadas de alimentos (aceites, grasas, azúcares, almidón, aislados de proteínas) que contienen poco o ningún alimento entero y, a menudo, incluyen aromatizantes, colorantes, emulsionantes y otros aditivos.

Los procesos e ingredientes utilizados en la fabricación de los ultraprocesados los hacen altamente convenientes (listos para consumir, casi imperecederos), muy atractivos para los consumidores y muy rentables (ingredientes de bajo costo, larga vida útil) para sus fabricantes.

Estas propiedades también dan como resultado que sean nutricionalmente pobres o desequilibrados, y que puedan consumirse en exceso, a menudo a expensas de alternativas menos procesadas y más nutritivas.

El estudio llevado a cabo por Lucía Alonso-Pedrero y sus colegas bajo la dirección de Amelia Martí, de la Universidad de Navarra (Pamplona, España), fue publicado en el American Journal of Clinical Nutrition.