5 de diciembre de 2024

La Sociedad Argentina de Nutrición pide que la obesidad sea declarada enfermedad

Remarcan que el primer paso para abordar adecuadamente una enfermedad es su correcta denominación, pero que en nuestro país todavía se la define como “condición” o “factor de riesgo”

La Sociedad Argentina de Nutrición, al igual que múltiples organismos internacionales y gobiernos, define a la obesidad como una enfermedad crónica de altísima y creciente prevalencia y responsable de múltiples comorbilidades de elevada mortalidad prematura, como diabetes tipo 2, hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular y un estado inflamatorio generalizado que incrementa el riesgo de trombosis y cáncer. No obstante, subrayan que en nuestro país aún no se la reconoce como enfermedad, sino que se la define como “condición” o “factor de riesgo”.

“El reconocimiento de la obesidad como enfermedad fue establecido por la Organización Mundial de la Salud hace más de 70 años y, sin embargo, aún no ha sido declarada enfermedad en nuestro país más allá de la grave realidad epidemiológica”, afirmó la doctora Mónica Katz, presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición.

¿Por qué definirla como enfermedad?

Según la OMS, una enfermedad es una alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible. La obesidad cumple con todas estas características y además particularmente ha sido evidenciada su condición inflamatoria, a partir del aumento de un tejido adiposo disfuncional que explica el nexo con sus comorbilidades.

La obesidad es una enfermedad compleja en la que intervienen factores genéticos y ambientales. Los dos más conocidos son la ingesta excesiva de energía y un estilo de vida sedentario. Sin embargo, existen otros como la falta de sueño, la climatización constante de los ambientes, los disruptores hormonales, los cambios en el microbiota intestinal, el uso de determinados fármacos y la cesación tabáquica sin medidas antiobesidad, además de factores psicosociales como el estrés y la depresión.

En Argentina, la prevalencia de exceso de peso (sobrepeso + obesidad), según la 4° Edición de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (realizada en 2018 y presentada en 2019), fue de 61,6%, comparativamente superior a la 3° Edición de la ENFR (57,9% en 2005), con una tendencia que se mantuvo en ascenso alarmante en relación con los relevamientos anteriores.

Recomendaciones de la SAN para mejorar la comprensión y el abordaje de la obesidad:

1. Contribuir a cambiar la percepción de que la obesidad depende únicamente de la responsabilidad individual para reducir el estigma y la discriminación hacia personas con obesidad.

2. Optimizar la regulación y el control de productos y servicios destinados al abordaje de la obesidad, jerarquizando aquellos basados en la mejor evidencia disponible.

3. Establecer políticas públicas sobre el entorno construido.

4. Alentar al sistema de salud a considerar y abordar la obesidad como una enfermedad crónica.

5. Jerarquizar la formación de capital humano capacitado en Obesidad.

6. Establecer un programa sanitario especial destinado a la prevención de la ganancia de peso.

7. Disponer la cobertura universal de las estrategias no farmacológicas y farmacológicas disponibles para la obesidad.

8. Establecer un monitoreo continuo de las acciones.