Comer pastas da felicidad

Muchos alimentos que se han consumido durante siglos de manera habitual ahora resultan malos para la salud.
Y entre esas comidas ricas, tradicionales, que resuelven a veces un menú de apuro, aparecen las pastas.
Comerlas está cuestionado en las dietas y vedado para muchos por diferentes motivos.
Esto preocupó a los italianos que además de consumirlas al menos cinco veces por semana, tienen una gran fuente de recursos por ser productores a nivel mundial y por el atractivo turístico que representan para su país.
Un estudio realizado por Behavior & Brain Lab de la Universidad Libre de Lenguas y Comunicación IULM , a pedido de los fabricantes de pasta italiana de la Unione Italiana Food, revela algunos datos .
Existe un mecanismo emocional y neurofisiológico en la base del bienestar psicofísico que se experimenta al comer un plato de pasta.
Es la primera vez que una investigación científica indaga en la esfera emocional gratificante para entender cómo, cuánto y por qué somos felices cuando comemos un plato de pasta, rastreando lo que “enciende” en nuestro cerebro un buen tenedor de espaguetis.
La metodología de la investigación
Los investigadores utilizaron metodologías neurocientíficas y de seguimiento cerebral .
El estudio se efectuó sobre una muestra representativa de 40 amantes de la pasta, con edades comprendidas entre los 25 y los 55 años (20 mujeres y 20 hombres). Todas personas sin alergias ni intolerancias alimentarias, utilizando cuatro herramientas:
-neuroanálisis (que incluye estados de activación emocional-cognitiva durante la degustación y durante el estímulo preferido a través de indicadores relacionados con la actividad mnésica y de «engagement»)
-bioanálisis (que analiza el nivel de activación fisiológica y emocional frente a los estímulos)
– lector de rostros(analiza, gracias a face coding, las variaciones de las microexpresiones faciales frente a un estímulo)
– cuestionario para elaborar la experiencia racional de los participantes y compararla con lo surgido de los datos neurofisiológicos.
La encuesta consideró el tipo de reacción emocional y el grado relativo de involucramiento de probar un plato de pasta en comparación con algunas actividades favoritas como escuchar música, o ver los Juegos Olímpicos, un partido de fútbol o tenis.
Pasta-felicidad: una combinación confirmada por el consumo
Este vínculo entre la pasta y la felicidad también se confirma en el test sobre los hábitos de consumo del plato. De hecho, a la pregunta ‘¿Cuándo comes pasta?’ La respuesta que generó la mayor puntuación es ‘Cuando me siento feliz. Su consumo, en particular, está ligado a momentos de convivencia familiar. Además no sorprende que la mayoría de la muestra indique la pasta como alimento reconfortante.
En la parte superior de las asociaciones mentales con el término ‘pasta’, inmediatamente después de las referencias específicas al gusto y la identidad (‘Italia’, ‘bueno’), la emoción inmediatamente asociada es la felicidad. Y ante la pregunta de ‘¿Qué tan feliz te hace comer pasta?’, el 76% de los entrevistados respondió ‘Mucho’.
En definitiva, también por su capacidad de suscitar una carga emocional positiva si un alimento típico tradicional consigue seguir siendo el protagonista de la compra.
Entonces, sea en Italia o en culaquier otro lugar, decimos «A tavola, a mangiare la pasta».