Agua comprada o agua de la canilla?

Muchas personas eligen comprar el agua en botellas o bidones en vez de consumir la que llega a través de la cañería, la que llamamos agua corriente.
Sin embargo el agua embotellada en plástico puede contener componentes tóxicos del envase, elementos químicos del tratamiento e incluso tener mala calidad o calidad cuestionable. Puede afectar la salud de quienes la consuman.
Las autoridades sanitarias cuidan de que se cumplan las normativas y, por lo general, las concentraciones de estas partículas nocivas que pasan del plástico al agua no son altas.
Algunos utilizan la misma botella de plástico varias veces y la cargan nuevamente. Especialistas consideran la posibilidad de que resulte dañino, sobre todo si se repite con el mismo envase durante bastante tiempo. Recargar los envases no es conveniente para la salud.
El agua que sale de la canilla de la casa puede ser perfectamente saludable pues está sometida a controles permanentes.
El mal estado de las cañerías de la casa podría hacer que el agua potable sea perjudicial y esté contaminada, aunque haya sido perfectamente .
Las preferencias de los consumidores están influenciadas por ideas erróneas sobre la seguridad del agua de la canilla y el agua embotellada, quienes consideran que el agua embotellada es la opción más saludable.
Se encontraron contaminantes en cientos de marcas de agua embotellada en más de 40 países, frecuentemente excediendo los estándares locales o globales.
En general se considera que el agua de grifo es la mejor opción: una alternativa económica, sostenible y de calidad. Debe fomentarse su consumo siempre que sea posible.