¿Es necesario activar las semillas antes de consumirlas?

Conocidas por sus virtudes nutricionales y en la búsqueda de una alimentación más saludable, la tendencia de «activar» semillas se ha popularizado considerablemente. Pero, ¿qué significa activar semillas y es realmente necesario para obtener sus beneficios nutricionales?
La activación de semillas implica remojarlas en agua durante un periodo de tiempo específico, generalmente de 6 a 12 horas, y luego secarlas a bajas temperaturas. Este proceso se asemeja a la germinación y tiene como objetivo mejorar la digestibilidad y el perfil nutricional de las semillas.
Razones para activar las semillas
- Reducción de antinutrientes: Las semillas contienen antinutrientes como el ácido fítico y los inhibidores de enzimas. Estos compuestos pueden interferir en la absorción de minerales como el hierro, zinc y calcio. Al remojar las semillas, se disminuye la concentración de estos antinutrientes, facilitando una mejor absorción de los nutrientes.
- Mejora de la digestibilidad: La activación inicia el proceso de germinación, lo que rompe algunas de las paredes celulares de la semilla. Esto puede hacer que los nutrientes sean más accesibles y que la semilla sea más fácil de digerir.
- Incremento del valor nutricional: Durante la activación, se pueden aumentar ciertos nutrientes como las vitaminas del grupo B y los aminoácidos esenciales, potenciando el valor nutricional de las semillas.
¿Es realmente necesario activar las semillas?
Aunque activar las semillas puede ofrecer ciertos beneficios, no es estrictamente necesario para todos. Aquí algunos puntos a considerar:
- Diversidad en la dieta: Si mantienes una dieta variada y equilibrada, es probable que los antinutrientes presentes en las semillas no tengan un impacto significativo en tu salud general.
- Tolerancia individual: Algunas personas pueden experimentar molestias digestivas al consumir semillas crudas debido a los antinutrientes, en cuyo caso, activar las semillas puede ser beneficioso.
- Conveniencia: El proceso de activación puede ser laborioso y requiere tiempo. Para aquellos que llevan un estilo de vida ajetreado, el consumo de semillas sin activar, pero dentro de una dieta equilibrada, sigue siendo una opción saludable.
Alternativas a la activación
Para quienes buscan los beneficios de las semillas sin el proceso de activación, existen otras opciones, entre ellas consumir semillas molidas como el lino o el sésamo puede hacer que sus nutrientes sean más accesibles.
También tostar las semillas ligeramente puede reducir algunos antinutrientes, aunque también puede disminuir ciertos nutrientes sensibles al calor. Y en algunos casos, es posible obtener nutrientes esenciales de otras fuentes alimenticias o suplementos.
Activar las semillas puede mejorar su digestibilidad y valor nutricional, pero no es una práctica indispensable para todos. La decisión de activar o no depende de tus necesidades nutricionales individuales, tus preferencias y tu estilo de vida. Integrar semillas en tu dieta, ya sean activadas o no, sigue siendo una excelente manera de obtener nutrientes esenciales y disfrutar de una alimentación saludable.