7 de enero de 2025

La anemia: un problema de salud común

La anemia afecta principalmente a niños menores de 5 años, adolescentes femeninas, y mujeres embarazadas y en posparto. Es un problema particularmente agudo en países de ingresos bajos y medianos, afectando más a poblaciones rurales y desfavorecidas. A nivel mundial, se estima que afecta al 40% de los niños de 6 a 59 meses, al 37% de las mujeres embarazadas y al 30% de las mujeres de 15 a 49 años.

Es una enfermedad caracterizada por un número insuficiente de glóbulos rojos o una baja concentración de hemoglobina, la proteína que transporta oxígeno en la sangre. Esto resulta en una capacidad reducida del cuerpo para transportar oxígeno a los tejidos, lo que puede llevar a problemas significativos de salud.

 

Síntomas y causas

La anemia provoca síntomas como fatiga, reducción de la capacidad física para realizar trabajos y dificultad para respirar. Es un indicador de mala nutrición y otros problemas de salud.

Los síntomas comunes y no específicos de la anemia incluyen:

  • cansancio
  • mareos o sensación de aturdimiento
  • manos y pies fríos
  • dolor de cabeza
  • dificultad para respirar, especialmente al hacer esfuerzo.

La anemia grave puede provocar síntomas más graves, entre ellos:

  • membranas mucosas pálidas (en la boca, nariz, etc.)
  • piel pálida y debajo de las uñas
  • respiración y frecuencia cardíaca rápidas
  • mareos al ponerse de pie
  • se forman moretones con mayor facilidad.

La anemia puede ser causada por deficiencias nutricionales, enfermedades crónicas, infecciones, pérdidas menstruales abundantes, y condiciones hereditarias. La deficiencia de hierro es la causa más común, aunque también pueden contribuir la deficiencia de otras vitaminas y minerales, así como infecciones como la malaria y el VIH.

 

Tratamiento y prevención

El tratamiento de la anemia depende de su causa subyacente. Puede incluir cambios en la dieta, suplementos, y tratamiento de enfermedades asociadas. Además, es importante un manejo adecuado de enfermedades crónicas y condiciones específicas como los trastornos hereditarios de los glóbulos rojos.

Para prevenir la anemia, se recomienda una dieta equilibrada rica en hierro, vitamina C y otros nutrientes esenciales. Evitar alimentos que dificulten la absorción de hierro, como el salvado de cereales y bebidas como té y café, es también importante. En casos de menstruaciones abundantes o infecciones, es crucial buscar atención médica oportuna.