25 de octubre de 2025

Nictura: el problema de levantarse por las noches

Levantarse una o más veces durante la noche para ir al baño puede parecer algo común, pero cuando esta situación se repite frecuentemente y afecta el descanso, puede tratarse de nicturia. Este trastorno no solo interfiere con el sueño, sino que también puede estar vinculado a otros problemas de salud que es importante identificar y tratar.

La nicturia afecta directamente la calidad del sueño. Despertarse varias veces por la noche para ir al baño interrumpe los ciclos de sueño profundo, lo que puede provocar somnolencia diurna, irritabilidad, dificultad para concentrarse y una menor productividad llevando a un cansancio continuo que afecta la capacidad de funcionar durante el día.

Especialmente en personas mayores, levantarse varias veces por la noche aumenta el riesgo de caídas al caminar con poca luz. A largo plazo, la falta de sueño reparador también puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud.

El síntoma principal de la nicturia es la necesidad recurrente de despertarse por la noche para orinar. Los signos que podrían indicar la presencia de nicturia son las micciones nocturnas frecuentes, sueño interrumpido, la urgencia al despertar y la disminución de la cantidad de orina diurna.

 

Causas de la nicturia

  • Ingerir grandes cantidades de agua, café, té o alcohol en las horas previas al sueño puede aumentar la necesidad de orinar durante la noche.
  • Afecciones como la insuficiencia cardíaca, diabetes, hipertensión y enfermedades renales pueden provocar un aumento en la producción de orina durante la noche.
  • En hombres, el agrandamiento benigno de la próstata (hiperplasia prostática benigna) puede generar una presión sobre la vejiga, lo que lleva a una mayor frecuencia urinaria, especialmente por la noche.
  • Con la edad, los riñones pierden la capacidad de concentrar la orina durante la noche, lo que aumenta la cantidad de orina que se produce mientras dormimos.
  • Los diuréticos, usados comúnmente para tratar la hipertensión, pueden aumentar la producción de orina. Otros medicamentos también pueden alterar el equilibrio de líquidos en el cuerpo.

Este trastorno es tratable y, con la orientación médica adecuada, ya que puede ser un síntoma de una condición subyacente que requiere tratamiento es posible mejorar tanto la calidad del sueño como el bienestar general.