21 de octubre de 2025

Hipoacusia: un problema de audición que afecta la calidad de vida

La hipoacusia, también conocida como pérdida auditiva, es la disminución en la capacidad de percibir sonidos. A diferencia de la sordera total, que implica la ausencia completa de audición, la hipoacusia puede ser parcial y tener distintos grados de severidad. En muchos casos, la pérdida es progresiva y afecta a personas de todas las edades, aunque su incidencia aumenta en adultos mayores.

 

Tipos y causas de la hipoacusia

Existen tres tipos de hipoacusia: conductiva, neurosensorial y mixta. La hipoacusia conductiva se produce cuando el sonido no puede llegar de manera adecuada al oído interno, debido a obstrucciones o problemas en el oído externo o medio, como infecciones o perforación del tímpano. La hipoacusia neurosensorial, por otro lado, implica una alteración en el oído interno o en el nervio auditivo y puede deberse a factores como la edad, exposición prolongada a ruidos intensos o enfermedades como la diabetes. Finalmente, la hipoacusia mixta combina factores de ambos tipos anteriores.

 

Síntomas y señales de alerta

Detectar a tiempo los signos de la hipoacusia puede ser clave para una intervención efectiva. Algunos síntomas comunes incluyen la dificultad para entender conversaciones en entornos ruidosos, la necesidad de subir el volumen de dispositivos electrónicos y la sensación de oír pero no entender las palabras claramente. Las personas con hipoacusia suelen pedir con frecuencia que les repitan las frases y, en ocasiones, pueden experimentar zumbidos en los oídos (acúfenos).

La hipoacusia puede tener consecuencias significativas en la calidad de vida. En adultos mayores, se ha asociado con un aumento en el riesgo de desarrollar demencia y depresión. En niños, la pérdida auditiva no tratada puede dificultar el desarrollo del lenguaje y afectar su rendimiento escolar y social. Además, el aislamiento es común en personas que evitan la interacción social por la dificultad de comunicación que enfrentan.

 

Tratamiento y prevención

El tratamiento de la hipoacusia depende del tipo y la gravedad de la pérdida auditiva. En algunos casos, el uso de audífonos o implantes cocleares puede mejorar la capacidad de oír. La prevención, sin embargo, es esencial y puede realizarse evitando la exposición prolongada a ruidos fuertes, utilizando protección auditiva en ambientes ruidosos y revisando periódicamente la salud auditiva, especialmente en adultos mayores y personas con factores de riesgo.

 

La importancia de la detección temprana

En Argentina, los programas de detección temprana en recién nacidos han sido clave para identificar la hipoacusia en etapas tempranas y ofrecer un tratamiento adecuado desde el primer momento. A través de un simple examen auditivo, conocido como tamizaje auditivo neonatal, se puede diagnosticar y tratar a tiempo, evitando consecuencias en el desarrollo cognitivo y social.