8 de abril de 2025

Año Nuevo: cómo mantener el equilibrio entre celebración y bienestar

El Año Nuevo es una época de celebración, encuentros y reflexión, pero también puede ser un desafío para quienes buscan mantener un estilo de vida saludable. Con platos típicos cargados de sabor, noches largas y agendas ocupadas, encontrar un equilibrio entre el disfrute y el bienestar puede parecer complicado. Sin embargo, con algunos consejos prácticos, es posible cerrar el año en armonía con nuestro cuerpo y mente.

 

1. Disfrutar de la mesa festiva sin excesos

La comida es uno de los pilares de las celebraciones de fin de año, pero no es necesario renunciar a los sabores tradicionales para mantener un enfoque saludable.

  • Elegir porciones moderadas: en lugar de llenar el plato, optar por pequeñas porciones de los platos que más te gusten.
  • Incluir opciones frescas: añadir ensaladas o frutas tropicales, como las típicas de Misiones (mango, ananá, mamón), para equilibrar las comidas más pesadas.
  • Evitar el picoteo constante: reservar el apetito para la cena principal y no abusar de los snacks previos.

 

2. Hidratación consciente

Con las altas temperaturas del verano, mantenerse hidratado es fundamental, especialmente cuando se brindan con bebidas alcohólicas.

  • Alternar cada vaso de bebida alcohólica con agua o jugos naturales.
  • Preparar infusiones frías con hierbas locales, una opción refrescante y saludable.

 

3. La importancia del descanso

Las celebraciones suelen extenderse hasta altas horas de la madrugada, pero el sueño es importante para recuperarse física y emocionalmente.

  • Dormir bien después de la fiesta: reservar el día siguiente para descansar, evitando compromisos que puedan aumentar el cansancio.
  • Evitar el exceso de cafeína: muchas personas recurren al café o bebidas energéticas para mantenerse despiertas, pero esto puede dificultar el descanso posterior.

 

4. Propósitos de Año Nuevo alcanzables

El Año Nuevo es un momento ideal para establecer metas, pero es importante que sean realistas y orientadas al bienestar.

  • Evitar objetivos extremos: en lugar de hacer dieta estricta, optar por aumentar el consumo de frutas y verduras.
  • Incluir metas de bienestar emocional: como dedicar tiempo a hobbies, practicar gratitud o mejorar la calidad del sueño.